Este mundo, república de viento

Este mundo, república de viento

   El autor de «Este mundo, república de viento» quiso presentar así su único libro de poemas publicado en vida:

   Eusebio Abásolo se siente vinculado al Bilbao que simboliza Miguel de Unamuno, al Bilbao abierto y liberal, austero y dialogante. Convivió, amical y poéticamente con Blas de Otero, cuyo ángel fieramente humano le acompañó y le acompaña.

   Entre los huecos de la lectura, ese «vicio impune» que glosó Valery Larbaud, intenta su escritura, otro vicio, y por un estrecho camino y lejos de las avenidas por las que transitan los poetas príncipes, presenta aquí sus poemas, algunos de ellos recogidos en revistas y antologías y muchos inéditos, con la esperanza de que, entre tanta palabra, brote alguna verdadera.

Autobiografía

Nazco, vivo
entre ortigas
y madreselvas.

Intento ver de lejos
lo que está cerca.

Olvido las preguntas
y las respuestas.

No corto mi cizaña,
que aún está fresca.

Espero al Segador.

Eusebio Abásolo. Este mundo, república de viento.

 

LAR

Un dedo de cristal surge y me obliga
a cantar la ciudad en la que vivo,
en cuya espalda, con amor, describo
mis denodados sueños, su fatiga.
La podría llamar, la llamo, amiga,
madre del corazón con el que escribo,
puerto feliz al que feliz arribo,
que, a la vez que me apremia, me castiga.
Tiene forma de río, y su cabeza,
hacia la mar girada, se estremece
cuando sus siete siglos, ay, la abrazan.
Entre discordia y compasión se mece,
y ante el débil mañana aún se adereza
con joyas que, si fulgen, amenazan.

 Eusebio AbásoloEste mundo, república de viento.