Eduardo Zamacois

Eduardo Zamacois

Pintor de detalles

El autor, Javier Novo González es licenciado en Historia del Arte
por la Universidad del País Vasco y Jefe del departamento de
Colecciones del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Ha trabajado
activamente en el campo de la investigación, desarrollando la mayor
parte de su labor en torno al arte del siglo XIX.

Eduardo Zamacois y Zabala (Bilbao, 2 de julio de 1841 – Madrid, 12
de enero de 1871) nació en el seno de una familia numerosa y prolija
de artistas. Su padre le impartió sus primeras enseñanzas, y fue con
los pintores Joaquín Balaca y Cosme Duñabeitia con quien recibió sus
primeras directrices artísticas en Bilbao. En 1856 junto a su familia
se trasladó a Madrid, donde, además de formarse en la Real Academia,
donde conoció algunos de los artistas importantes del momento, como
José Casado del Alisal, Bernardo Ferrándiz, Martín Rico o Raimundo
Madrazo, hijo de Federico Madrazo profesor de la Academia y quien le
consideró uno de sus alumnos predilectos, también acudió al Museo del
Prado a copiar obras de los grandes maestros. Zamacois abandonó en
1860 Madrid para trasladarse a París. Su estancia en París se vio
determinada por su Ingresó en la École imperial espécial de dessin et
mathématiques, donde adquirió un especial dominio en dibujo, y por su
acceso al taller de Jean Louis Ernest Meissonier, el pintor más
prestigioso del II Imperio francés. Desde el año1860 participó
asiduamente en las Exposiciones Nacionales que se celebraron en Madrid
y, por su parte, desde 1863 concurrirá a los Salones Oficiales de
París.

En 1864 fue pensionado por la Diputación Provincial de Vizcaya,
momento en que su carrera empieza a despuntar. Su primer gran éxito se
produjo en 1867, al obtener medalla en el Salón Oficial de París con
su obra Bufones del Siglo XVI, obra que fue adquirida por la princesa
Mathilde Bonaparte. En 1868 y 1869 se trasladó a Italia, donde se
dedicó a viajar por Roma, Venecia y Florencia. Durante esta época
entabló gran amistad con el catalán Mariano Fortuny. Toda su carrera
artística la desarrolló en París, donde a lo largo de la segunda mitad
de la década de 1860 conseguirá un enorme triunfo artístico y
comercial. Un éxito que se verá interrumpido por la guerra
franco-prusiana de 1870, el mismo año que obtuvo la medalla de oro en
el Salón de París con su obra La educación de un príncipe. Obligado a
abandonar la ciudad, se trasladó a Madrid, donde falleció a causa del
duro invierno en enero de 1871.

El libro es una biografía que el autor expone de una forma amena y
pormenorizada y con la que se puede comprender la verdadera dimensión
artística que alcanzó este singular pintor bilbaíno.