Poesía viva, poetas vascos en castellano

“Poesía viva”, el libro que el lector tiene entre manos no es una antología. No se trata, por tanto, de una más de las muchas reuniones poéticas, algunas excelentes y otras no tanto, que se editan cada año empleando criterios generacionales, estéticos o de cualquier otra índole. Este libro no trata de acotar un espacio, sino de visibilizarlo. Se trata de alumbrar un territorio poco transitado, marginal y a menudo marginado: el de la poesía vasca escrita en castellano.

No es, por ello, el objetivo de este volumen mostrar a los lectores un dibujo completo de la actual poesía vasca. Nuestra intención editorial no ha sido la de ofrecer una completa relación de los poetas más destacados que hoy escriben poesía en castellano en el País Vasco. Hay en las páginas de este libro voces destacadas y otras que apenas han comenzado a sonar. Faltan también en este libro poetas estimables que, sin ninguna duda, hubieran figurado en cualquier antología canónica. Pero, como hemos dicho, el libro que el lector tiene entre manos y que pronto se dispondrá a leer no es una antología convencional.

También hoy, tantos años después, los responsables de la colección Gerión estamos convencidos de que esta selección poética que presentamos atesora algunos (y quizás no pocos) poemas memorables. Porque la poesía, pese a lo que voceen los falsos predicadores, no está herida de muerte y sí (como dijo otro gran poeta vasco) cargada de futuro. Todo lo cual no impide reconocer las estrecheces por las que la poesía vasca en castellano se ve obligada a transitar. En esa especie de tierra de nadie, sin embargo, sigue creciendo la poesía que sembraron autores como Miguel de Unamuno, Blas de Otero, Gabriel Celaya o Ángela Figuera.

Como el lector advertirá, las voces que suenan en este libro son plurales. Las ideas y las inquietudes que animan a los poetas aquí representados tienen poco que ver con uniformidades supuestamente étnicas, señas de identidad comunes o beligerancias estéticas compartidas. Diferentes retóricas y sensibilidades, diferentes miradas, edades diferentes… El único criterio editorial era que los poetas estuvieran vivos. Y tal criterio, desdichadamente, se rompió cuando el libro estaba a punto de entrar en la imprenta: Javier de Bengoechea, uno de los mayores poetas que ha dado nuestro país, nos dejaba en abril de ese mismo año.

Fragmento del prólogo de Poesía Viva, poetas vascos en castellano

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