Aureliano Valle, el cruce de puentes de la música en Bilbao

Aureliano Valle, el cruce de puentes de la música en Bilbao

La personalidad de Aureliano Valle Tellaeche (1845-1918) se encuentra cualificada por su fecunda labor musical en Bilbao, base de la gran popularidad que le rodeó tanto en vida como después de su muerte. Compositor desde su primera juventud, el maestro Valle fue concejal, organista de la basílica de Santiago, profesor sin sueldo del Asilo de San Mamés y, también sin retribución económica, director durante 23 años de la Sociedad Coral de Bilbao.

La Villa dedicó un monumento a este ilustre bilbaino en el Parque de Doña Casilda, así como impuso su nombre a una calle. Tal reconocimiento público se debe sobre todo a su labor al frente de la Sociedad Coral, sello identificatorio del Bilbao de la última quincena del XIX y de los primeros años del XX, como a renglón seguido lo sería el Athletic Club. Los numerosos triunfos logrados en los concursos orfeonísticos de muchas ciudades se rubricaban con los más que sonoros recibimientos con que el pueblo acogía a la Coral a su regreso a la Villa.

Pero posee aún una trascendencia mayor su firme empeño por la evolución musical, con tres puntos de alto valor como lo son el cambio del tipo de repertorio coral, la  renovación de la música religiosa y el nacimiento de la “nueva” ópera vasca, tareas en las que su protagonismo es fundamental.

A pesar del citado gran eco popular, tanto las referencias de su vida como sus propias composiciones han ido desapareciendo. Por fortuna, se conserva el libro “El Bilbao del Maestro Valle, visto desdela Coral”, de Alfredo de Etxabe, testimonio más que directo, ya que el escritor mantuvo con el músico una estrecha relación, reforzada por su íntima amistad y por su colaboración en el hacer artístico. La cálida obra de Etxabe se convierte, por ello, en la base de todo escrito recordatorio del maestro Valle, como lo es el del presente libro.

Carlos Bacigalupe. Director de la colección Bilbainos Recuperados.