Diego María de Gardoqui
La vida de Diego María de Gardoqui se inscribe por nacimiento y primeras actividades en la Bilbao mercantil del Consulado, del que llegaría a ser Prior, influida, en buena medida, por la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, una de cuyas cabezas más preclaras fue su tío Nicolás de Arriquibar.
El talento y prudencia de Gardoqui, bien percibidos en la Corte, le llevaron a representar a España en los Estados Unidos, cuyo proceso constituyente vivió muy de cerca. Cruzó su existencia con personalidades de tanto calado como Carlos III, el marqués de Grimaldi, el conde de Floridablanca, el conde de Aranda, George Washington, John Adams, Arthur Lee, John Jay, Napoleón Bonaparte…, antes de morir en Turín, ciudad en que rindió su último destino diplomático.
El autor, Alfonso Carlos Saiz Valdivielso, a través de un diálogo – tal vez real, tal vez imaginado – entre Gardoqui y su secretario particular, en Turín sitúa al biografiado en el contexto sociopolítico del Bilbao del Consulado, de la España que se debate entre la Ilustración y el oscurantismo, de una Norteamérica en el apasionante proceso de su independencia y de una Italia fragmentada, a punto de ser devorada por Napoleón.
Como telón de fondo, ideológico y estético, el siglo XVIII, con sus luces, pero también con sus sombras.