Florencio Constantino (1868-1919) se significó a lo largo de su carrera artística como uno de los grandes tenores de su época, víctima, como se advierte en el presente libro, de la larga y densa sombra de Caruso. Nacido en Bilbao, comenzó trabajando como aprendiz de minero en Ortuella para después contratarse de segundo maquinista en la compañía naval Messageries Maritimes, inmediatamente antes de emigrar a Argentina, con Luisa Arrigorriaga, su novia, huyendo además de los tres largos años que le aguardaban por culpa del servicio militar en la marina. De siempre lo suyo fue cantar donde fuera; entre amigos, en las tabernas…, canciones populares que sirvieron en los peores tiempos para aliviar las penurias sobrevenidas de un trabajo arisco. Una vez en la tierra prometida, aquel joven trillador tímido y rudo- su primera ocupación fueron las labores del campo-, apenas en una década, se convertiría en un artista reputado con acceso a los más selectos grupos sociales.

El autor de esta intensa biografía pone voz a Constantino dejando que sea éste quien nos explique sus acontecimientos vitales, desde sus primeros tiempos ilusionados hasta los trágicos últimos, pasando por aquellos otros de los triunfos continuados en los mejores teatros del mundo. De existencia agitada, compartió éxitos y amoríos en el total de una trayectoria marcada por la pasión.

Y no deja de ser significativo, como advierte Konrado Mugertza, que fuera Da voi lontan, de Lohengrin la última aria que cantó, poco antes de extinguirse para siempre. La que dice “lejos de ti, en tierra ignota…”. Todo un presagio.

Carlos Bacigalupe
Director de la colección

Articulo publicado en el periódico Bilbao sobre el libro: pincha aquí