JESÚS DE SARRÍA (1887-1922)

Es el otro «bilbaíno» que, como Manuel Aranaz Castellanos, nació en Cuba, pues su padre, natural de Algorta, hubo de recurrir a la emigración por razones económicas. Fue él, precisamente, quien quiso que el vástago habido con una joven de La Habana mantuviera vivos lazos de conexión sentimental con el País Vasco. Años después, y ya entre nosotros, su hijo concluiría los estudios de abogado especializándose en Derecho Mercantil.

Tal y como lo retrata el autor de esta biografía, Sarría gustó a la buena sociedad de Neguri porque se trataba de «un nacionalista abierto y culto, bien vestido», con un punto de doble exotismo dada su procedencia americana y su vocación anglófila.
Partícipe de diferentes iniciativas culturales de manifiesto alcance, sin embargo, su paso a la posteridad se produjo con motivo de crear, impulsar y mantener la revista Hermes (1917-1922), una de las empresas vascas de mayor calado, publicación nacionalista «dirigida y financiada por nacionalistas, y de ideología nacionalista, entendida ésta como lo hacía el heterodoxo Jesús de Sarría», según lo explica Germán Yanke en este libro.

Hermes, sin rival entre las revistas que se editaban entonces supuso un espacio intelectual que dio cabida a firmas de las tendencias más diversas y propició el consiguiente debate de ideas sin exclusiones o dogmatismos. Justo cuando aquel acuerdo cultural se producía en un momento históricamente complicado y convulso. De vida corta pero intensa, Sarría quiso prescindir de ella voluntariamente, por motivos que todavía hoy se ignoran.

Carlos Bacigalupe.
Director de la colección Bilbainos Recuperados